Si ya leíste nuestro Manifiesto de Sostenibilidad, sabes que la definición con la que más resonamos es la de Fritjof Capra: “La sostenibilidad consiste en diseñar las comunidades humanas de manera que su estilo de economía, sus estructuras físicas y su tecnología no interfieran con la capacidad inherente de la naturaleza de generar y sostener la vida en el planeta”. Nos hace recordar la definición de libertad que nos enseñan a muchos que dice que podemos hacer lo que queramos, sin pasar por encima de los derechos y la libertad de los otros.

Nuestra cultura está basada en el antropocentrismo, que pone a los humanos al margen de la naturaleza, como si ella estuviera allá y nosotros aquí, como controladores y dominadores de todo lo que nos rodea y, supuestamente, eso nos hace la especie más evolucionada. Por ejemplo, nos han enseñado que los animales no humanos son inferiores a los animales humanos (nosotros) y, por lo mismo, podemos utilizarlos como recursos para alimentarnos, divertirnos y vestirnos; hemos crecido sintiendo que tenemos el poder de destruir los bosques, que además son la casa de otras especies, para construir las nuestras; damos por sentado que el agua correrá ilimitadamente por el grifo; o que la luz siempre se encenderá cuando presionemos un suiche. Por eso, empezar a materializar acciones más amigables con el planeta en nuestra vida diaria puede ser abrumador, pues implica cambiar hábitos arraigados desde la niñez, que han hecho parte de nuestra educación, y se han normalizado tanto que, cuando hablamos de consumo, llegan a determinar los lugares que ocupamos en la sociedad. 

Hay que reconocer que, por el simple hecho de estar parados en la tierra, ya estamos generando un impacto, que todos vivimos en circunstancias muy diferentes que dependen del lugar en el que nos encontremos, del clima, de nuestra educación, poder adquisitivo, experiencias, relaciones sociales; por eso, vivir de manera sostenible puede no significar lo mismo para todos. 

En Hotel Plantación trabajamos diariamente en promover hábitos y estrategias para contribuir al equilibrio y bienestar del medio ambiente (que finalmente encierra todo lo que vemos) porque si este colapsa, lo demás deja de existir: la sociedad, la economía, las empresas, la cultura, nosotros, TODO.  Tratamos de implementar acciones cotidianas que ayuden a mitigar nuestro impacto, y son las mismas que tú podrías aplicar en casa. Pero no es necesario que empieces con todas las que describimos en el manifiesto de una vez, porque la idea es que vivir de una manera más sostenible no implique un agotamiento emocional, mental o físico. Te darás cuenta que hay muchas formas de emprender tu propio camino hacia la sostenibilidad.

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